Querido/a estudiante del profesorado de filosofía:
La enseñanza de la filosofía es nuestro modo de vida. En torno a esta actividad organizamos nuestros días y obtenemos nuestro sustento material. En un sentido más profundo, construimos nuestra identidad en torno a ella: nos percibimos y nos perciben como "profesor/a de filosofía".
Sin embargo, pocas veces a lo largo de nuestra formación tuvimos la oportunidad formal de reflexionar sobre esta dimensión personal y sus múltiples manifestaciones. Entendiendo que la reflexión más profunda se da en el encuentro interpersonal, nos pareció deseable ofrecerte la posibilidad de conectar con otras historias, otras perspectivas, otras formas de vivir y entender la profesión. Por eso, invitamos a algunos/as docentes a escribir (y opcionalmente firmar) una pequeña carta, personal y sin limitaciones academicistas, dirigida a ustedes. En ellas podés leer reflexiones, consejos y recomendaciones; pero también –y quizás esto sea lo más interesante– mediante la lectura podés conectar con una persona que, hace algunos años, ocupaba tu mismo lugar.
Esperamos que estas cartas te ayuden a reflexionar sobre este modo de vida que has elegido. Solamente vos –y quizás ni siquiera vos– podrás saber si alguna de esas palabras se va a volver la palabra que, en algunas décadas, vas a querer decirle a futuros/as docentes de filosofía.
Te saludan atentamente,
Nigel y Valentino